martes, 8 de junio de 2010

El VPH ¿Una enfermedad silenciosa?

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus de transmisión sexual asociado a casi el 100% de los casos de cáncer del cuello del útero, el cual es causa de muerte en miles de mujeres al año principalmente en los países en vía de desarrollo, ya que la presencia de este cáncer está fuertemente asociado a la pobreza de quienes lo padecen, por las marcadas deficiencias en atención sanitaria, en programas de prevención.
La pobreza, el tabaquismo y otros factores (algunos hasta el momento no identificables), son factores influyentes en su presentación en la población femenina. Por la estrecha relación que tiene la infección por VPH con la aparición de este tipo de cáncer, intentaremos remarcar las grandes diferencias y su estrecha relación, que los acerca y aleja entre si.
El cáncer de cuello de útero es consecuencia de la infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), virus adquirido por transmisión sexual. Se sabe que en el 90% de las lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino, está presente el virus del papiloma humano. La prevalencia del VPH varía mucho alrededor del mundo y está íntimamente relacionado con el comportamiento sexual y con el riesgo de desarrollar cáncer de cervix. Aproximadamente 20 millones de personas en el mundo están infectadas actualmente con el VPH. Al menos el 50 por ciento de las mujeres y hombres sexualmente activos contraerán la infección genital del VPH en algún momento de sus vidas.
En el mundo, entre el 10 y 15 por ciento de las mujeres de 30 a 35 años están infectadas por el VPH, teniendo en cuenta que existen grandes diferencias entre países, asociada a las diferentes pautas de comportamiento sexual (mayor riesgo a mayor promiscuidad sexual y a menor edad de inicio de las relaciones sexuales).
Hasta la fecha se ha detectado más de 100 tipos de VPH, entre las cuales se encuentran en la región Nororiental e Insular, (Estados Anzoátegui, Monagas, Nueva Esparta, entre otros), esta enfermedad teniendo un gran porcentaje el estado Monagas, con más del 45% de personas infectadas.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
El diagnóstico o la sospecha de la presencia de VPH se hacen mediante la visión directa de lesiones verrugosas genitales, colposcopia, el resultado de la citología, una biopsia cervical o pruebas de ADN viral específico para ciertos tipos de VPH. No todas las infecciones por VPH causan enfermedad (hasta un 50% de las mujeres positivas para ADN-VPH no tienen ni siquiera un pequeño cambio celular en citología o biopsia que sugiera que la infección está presente).
Las lesiones suelen clasificarse en presencia de VPH y Neoplasias intraepiteliales Cervicales de I, II y III grados (NIC I, NIC II y NIC III) Se sabe que en casos de infección reciente por VPH la eliminación es total (no detectable por pruebas de ADN viral.
Lo que puedo hacer
Asistir anualmente al control ginecológico: si no, de que manera nos podríamos dar cuenta de la infección por VPH?
Cumplir con tus citologías anualmente como parte de tu control anual
Mantener una sexualidad monógama y evitar la promiscuidad
Usar preservativos en relaciones nuevas o contactos casuales
Hablar con tu pareja sobre las enfermedades de transmisión sexual
Vacúnate contra el VPH cuando haya disponibilidad de la vacuna pero recuerda que no previene ni cura TODO y tendrás que visitarnos anualmente de igual modo
Lo que no debo hacer
Practicar la promiscuidad o sexualidad insegura
Tener relaciones sin preservativos si no conoces a tu pareja y sus hábitos sexuales
Ser negligente con tus controles ginecológicos
Tiempo de recuperación
El virus se elimina en 1 o 2 años hasta en un 91% de los casos. La recuperación después de procedimientos discretamente destructivos toma 1 o 2 semanas, una conización o una histerectomía, en casos avanzados, de 3 a 6 semanas
¿Qué se puede hacer para que no vuelva a ocurrir?
Mantén una relación de pareja mutuamente monógama
Usa preservativos hasta tanto no conozcas bien a tu pareja
Tratamiento
En el caso de las mujeres, además, el ginecólogo debe tratar la zona afectada del cérvix con medicamentos y evaluar la necesidad de algún tipo de cirugía y generalmente también son necesarios los medicamentos antimicóticos, ya que las lesiones del virus del papiloma propician el crecimiento de hongos.
La alimentación es muy importante, y son de gran ayuda las verduras de color verde y rojo. También el realizar ejercicio moderado regularmente, evitar el estrés, cuidar la higiene y por supuesto no fumar.
Somos responsables como individuos y como sociedad, de la aparición y diseminación de este tipo de enfermedades, que pueden tener consecuencias funestas, siendo en gran medida, un padecimiento prevenible, tratable y curable en la mayoría de los casos.

Anais Perdomo/ Columna Salud al Día

No hay comentarios:

Publicar un comentario